Laurens, Henri

Henri Laurens, nacido en 1885 y fallecido en 1954, fue un escultor, pintor, dibujante y grabador francés. Inicialmente cercano al cubismo, se alejó de él para desarrollar un estilo más orgánico que le permitió representar desnudos femeninos y escenas de la mitología antigua. Leer la biografía

Biografía de Henri Laurens (1885-1954)

A principios de la década de 1910, Laurens se vio profundamente influido por el cubismo, un movimiento revolucionario liderado por Georges Braque y Pablo Picasso. Adaptó los principios del cubismo a la escultura, experimentando con formas geométricas fragmentadas y volúmenes audaces. A diferencia de los pintores cubistas, consiguió infundir a sus obras un calor humano y una dulzura sensual, equilibrando abstracción y lirismo.

Su obra evolucionó rápidamente y, en la década de 1920, Henri Laurens abandonó la rigidez geométrica para explorar formas más fluidas y orgánicas. Sus esculturas, a menudo inspiradas en la figura femenina y en temas marinos, expresan una armonía entre plenitud y vacío, entre movimiento y estabilidad. Sus obras más famosas, como "La Baigneuse" y "La Musicienne", ilustran su talento para captar la gracia y la vitalidad del cuerpo humano.

Junto a su trabajo como escultor, Laurens también realizó dibujos, collages y grabados, demostrando su versatilidad y espíritu innovador. Colaboró con importantes artistas y escritores de su época, como André Breton y Paul Éluard, y participó activamente en las principales exposiciones de arte moderno en Europa.

En las décadas de 1930 y 1940, su obra ganó en madurez y serenidad. Favoreció las formas redondeadas, las composiciones equilibradas y una simplicidad casi meditativa. A pesar de los tiempos difíciles de la Segunda Guerra Mundial, Laurens siguió creando, revelando en sus obras una fuerza tranquila y una resistencia poética.

Henri Laurens murió el 5 de mayo de 1954 en París, dejando tras de sí un considerable legado artístico. Sus esculturas se exponen actualmente en los museos más prestigiosos del mundo, como el Centro Pompidou de París y el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.

Visionario y profundamente humano, Henri Laurens consiguió renovar la escultura moderna añadiéndole una dimensión arquitectónica y emocional. Su obra, en la encrucijada de la abstracción y el lirismo, sigue inspirando a generaciones de artistas y entusiastas del arte contemporáneo.